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Durante una sesión de evaluación, los profesores de 4º de la ESO comentaron ciertos comportamientos sexistas que habían tenido lugar en clase. Tras hablar con nuestros alumnos percibimos una preocupación generalizada en torno al machismo y a los diferentes tipos de violencias contra las mujeres. Es por ello que decidimos tratar este tema desde las asignaturas de música y artes escénicas. Entendiendo el machismo como germen de la violencia de género, concebimos una obra escénica en la que se mostraran esos pequeños puntos de inflexión que llevan desde la violencia verbal hasta la agresión física.

En primer lugar, los alumnos escribieron testimonios en primera persona sobre mujeres que sufrían algún tipo de violencia. Después, se seleccionaron siete de ellos y se grabaron en vídeo; en clase de artes escénicas, los alumnos inventaron una coreografía para cada uno de los testimonios; en música, los alumnos buscaron músicas que hablaran sobre violencia de género y otras piezas que pudieran acompañar a los testimonios y a las coreografías.  

En el montaje final de la obra, los testimonios eran proyectados y a cada uno de ellos le seguía una coreografía en el escenario, mientras que la música en directo servía para ambientar los relatos (como si de una orquesta de cine mudo se tratara) y para acompañar algunas coreografías.

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